Podemos dividir la web en varias fases distintas, cada una de las cuales representará un hito importante en el desarrollo del proyecto.
A medida que se complete cada fase, se generarán facturas o se solicitarán pagos específicos que estarán directamente relacionados con el progreso alcanzado en esa etapa particular.
Estos pagos no se realizarán de inmediato, sino que estarán sujetos a la aprobación y satisfacción del cliente con el trabajo realizado.
Solo cuando el cliente esté completamente satisfecho con el resultado final de cada fase, se procederá a entregar las claves de acceso y el control total de la web, asegurando así que el cliente tenga la oportunidad de revisar y validar cada aspecto del proyecto antes de asumir la responsabilidad completa del mismo.
Este enfoque garantiza transparencia y confianza en el proceso de desarrollo, permitiendo ajustes y mejoras según sea necesario para cumplir con las expectativas del cliente.